Peligros de las Redes Sociales
En 2010, Steve Jobs presentó al mundo su último gran invento: el iPad. Explicó por qué todo el mundo debía tener una. Era la forma más sencilla de conectarse a Internet, jugar y visitar Facebook.
Y sin embargo, estaban prohibidas en su casa. “A tus hijos les debe encantar el nuevo iPad“, le comentó una vez un periodista. La respuesta de Jobs fue esclarecedora:
“No la han usado. Limitamos la tecnología que nuestros hijos usan en casa”Los fabricantes de alimentos ultraprocesados no son los únicos que intentan secuestrar tu sistema de recompensa. Libros como Hooked explican las estrategias de las empresas tecnológicas para mantenerte enganchado. Detrás de las pantallas, hay miles de mentes brillantes intentando manipularte.
Aunque tradicionalmente solo se
reconocía la adicción a sustancias, como drogas o tabaco, las guías más
recientes ya admiten que también podemos volvernos adictos a
comportamientos, como el juego , y muchos de nuestros hábitos virtuales
presentan todos los síntomas de una adicción.
INTERNET Y TU CEREBRO
Nuestros cerebros evolucionaron
en la edad de piedra, y no están bien adaptados a la era digital.
Aunque Internet ha supuesto un gran avance para la humanidad, ciertas
aplicaciones representan un peligro real. Están diseñadas para mantenernos
atrapados, explotando dos de nuestros instintos básicos:
- Búsqueda de nueva información.
- Deseo de reconocimiento social.
ADICCIÓN A NUEVA INFORMACIÓN
La información siempre ha
representado poder, y en un entorno salvaje, nueva información podía
salvarte la vida. La curiosidad es precisamente el impulso que nos animaba a
explorar, a averiguar si tras una montaña había quizá un lago lleno de peces, o si cierta cueva ofrecería buen cobijo.
Este deseo de nuevo conocimiento
está también mediado por la dopamina. De hecho, usamos las mismas
estrategias mentales para buscar información que para buscar alimento.
La dopamina se eleva más con la
novedad , y ahí reside uno de los riesgos de las redes
sociales: cada deslizamiento del dedo puede esconder un nuevo dato, un
nuevo chisme, una nueva noticia. Aprovechas unos minutos de descanso
para revisar Instagram y, sin darte cuenta, entras en un trance de
clicks constantes. Tememos perder algún dato relevante, dando lugar a una nueva
ansiedad social: el FOMO,
o miedo de perderse algo.
Ignoramos que todo ese
tiempo conectados es lo que está haciendo que perdamos lo realmente importante: sueño, tranquilidad, productividad. Nos roba tiempo para
movernos o estar con los nuestros.
El deseo de nueva información
explica también por qué cambiamos constantemente de tarea. Si estás estudiando para el examen de mañana pero
recibes una nueva notificación de whatsapp o Instagram,
lo dejas todo para revisar cuál es la novedad. Si publicaste una foto en Facebook diez
minutos atrás, tienes la tentación de revisar los nuevos likes.
Pero la multitarea es una
ilusión. Nuestro cerebro no puede trabajar en varias cosas a la vez. Las interrupciones de las redes sociales durante
el estudio se asocian a peor rendimiento académico.
Impactan la atención y la memoria . Las nuevas tecnologías son armas de
distracción masiva.
La información consume atención.
Por tanto, un exceso de información genera un déficit de atención.
Las redes sociales producen mentes distraídas y atenciones fragmentadas.
La sobreestimulación informativa
reduce también la tolerancia al aburrimiento. Si bombardeas constantemente tu
cerebro con nueva información, su ausencia generará una especie de síndrome de
abstinencia . El mundo real te parecerá mucho menos
interesante que el virtual.
NECESIDAD DE RECONOCIMIENTO
SOCIAL
En nuestro entorno
ancestral, el rechazo social era letal. Esto nos ha hecho muy
sensibles a la crítica, y un simple comentario negativo en facebook puede
arruinarnos el día. Tu amígdala percibe estas afrentas como amenazas, activando
la respuesta al estrés.
Cuando interactuamos en el mundo
virtual, mostramos menos empatía .
Al no ver otra cara olvidamos que hay una persona al otro lado de la pantalla.
La gente se transforma al discutir en twitter. Hacen comentarios que no se
atreverían a repetir en presencia de la otra persona.
Para intentar mejorar la
aceptación social, mostramos una imagen irreal. Después, medimos
nuestra valía según a cuantas personas les gustan nuestras fotografías. Los
likes son una droga digital.
Perseguir likes es
una receta para la ansiedad. Por mucho que busques la pose perfecta, siempre
habrá alguien más fuerte, más guapo o con mejores abdominales que tú. Y cada segundo que pasas
tratando de impresionar al mundo virtual, te desconectas un poco más del mundo
real.
Para intentar sentirnos
mejor, nos automedicamos con nuevas dosis de morfina electrónica,
amplificando el problema.
Somos seres sociales, pero
nuestro cerebro espera relaciones reales con un grupo reducido de personas, no
conexiones virtuales con miles. La simple presencia de los teléfonos en la mesa
reduce el sentimiento de conexión y empatía, lo que algunos expertos denominan
el efecto iPhone . Incluso estando juntos, estamos solos.
Más tiempo pegado al teléfono
está asociado a ansiedad y depresión, probablemente por mayor comparación
social y envidia.
El uso de Facebook está directamente relacionado
con peores experiencias momento a momento y menos satisfacción
con la vida en general.
Desconocemos el impacto que esto
tendrá en la primera generación criada con iPads. Los niños aprenden
mejor con personas que con pantallas.
IDEAS PARA PROSPERAR EN UN MUNDO
DIGITAL
La revolución digital ha mejorado
sin duda la calidad de vida de la humanidad. Internet ha democratizado el
acceso a la información y ha eliminado muchas barreras que frenaban la
colaboración. Las redes sociales nos permiten crear comunidades y lanzar movimientos.
Pero las nuevas tecnologías producen también nuevas adicciones.
En esta era tecnológica es más
fácil evitar el alcohol que el email. No se trata por tanto de
renunciar a las nuevas herramientas, sino de usarlas con cabeza.
Resumo a continuación algunas
estrategias para proteger tu cerebro ancestral de la adicción digital.
1. FORTALECE TU ATENCIÓN
En la era de la distracción, prosperarán
los que mejor controlen su atención. Y esta atención, como cualquier otra
habilidad, puede ser entrenada.
Aunque hay muchas estrategias,
recomiendo tres concretas, porque producen un efecto multiplicador,
mejorando mucho más que tu atención:
- Meditación. Meditar ayuda a calmar la mente y
desarrollar la atención .
- Actividad física. Tu cerebro es materia, y
se beneficia del ejercicio igual que el resto de tu cuerpo. El movimiento
mejora la función cognitiva en general, y la atención en particular
- Naturaleza. Los estímulos artificiales de la
ciudad mantienen tu cerebro en estado de alerta, robando recursos
mentales. La naturaleza produce el efecto opuesto, relajando tu cerebro
y restaurando la atención . El simple hecho de caminar por un parque
mejora la atención más que un paseo por la ciudad .
Por último, intenta leer
más libros y artículos profundos, y menos tweets de 140 caracteres.
Lecturas superficiales producen mentes superficiales.
2. MODIFICA TU ENTORNO
La atención es en gran medida un
proceso de exclusión. Para concentrarte en algo, debes ignorar todo lo
demás. Pero ignorar estímulos es un proceso activo, y consume
recursos. Cuanta más información compita por tu atención, más esfuerzo
mental deberás realizar.
Mientras estudias o
trabajas, mantén el teléfono a cierta distancia. Tenerlo cerca
genera distracción.
Como con la comida basura, la accesibilidad aumenta el consumo.
Ante la más mínima dificultad en tu tarea actual, estarás tentado de revisar el
whatsapp.
Si trabajas en un PC, desactiva
las notificaciones del email y cualquier otra aplicación. Cuantas menos
distracciones, más productividad.
Si sales a cenar con amigos,
proponles apilar los teléfonos después de hacer el pedido. Está
prohibido tocarlos hasta que llegue la cuenta. Si alguien no puede resistirse,
paga la cena completa.

De vez en cuando, crea un
período de desconexión más largo. Un detox digital de solo
5 días mejora la capacidad de los adolescentes de reconocer emociones no
verbales (estudio), algo fundamental para la empatía.
Por último, convierte tu
habitación en una zona libre de tecnología, un santuario del sueño. Cuanta
más tecnología haya en la habitación, menos horas de sueño .
Y sin embargo, más de un 70% de las personas duermen con el teléfono al lado, y
un 3% con él en la mano .

Esto es problemático por muchos
motivos. Para empezar, tenemos el efecto fisiológico de la luz azul por la
noche, que interfiere con nuestro ritmo circadiano y la secreción de
melatonina. Las pantallas pequeñas, de tablets o móviles, genera incluso
más problemas que la televisión .
Por otra lado, está el efecto
psicológico. Con el teléfono al lado estarás tentado de revisar el email una
vez más o conectarte de nuevo a Instagram.
Intenta adquirir el hábito de lalectura desconectada, idealmente con un
libro físico. Los lectores electrónicos con pantalla reflectante inhiben
también la melatonina (estudio). Personalmente uso el Kindle Paperwhite, que no refleja luz y simula bastante
bien el papel.
Lo mejor que puedes hacer cuando
te entre sueño es apagar la luz e irte a la cama. Tus influencers favoritos
seguirán ahí por la mañana.
4. PLANIFICA TU DÍA
La clave para mejorar la
productividad y reducir la ansiedad es establecer bloques de tiempo para cada
actividad.
Personalmente suelo seguir
el método Pomodoro, que divide el tiempo en
intervalos de 25 minutos de actividad, llamados pomodoros, seguidos
de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoros.
La mecánica básica es sencilla:
- Decide la tarea en la que vas a trabajar.
- Pon el temporizador, por ejemplo este.
- Trabaja en la tarea definida, de manera intensiva,
hasta el final del intervalo.
- Descansa 5 minutos y realiza otro pomodoro.
- Cada cuatro pomodoros, haz un descanso más largo.
Al utilizar intervalos
preestablecidos tu cerebro estará menos distraído, y los descansos
frecuentes ayudan a mantener la concentración por más tiempo .
Intenta tener una única aplicación activa, cerrando todas las
demás.
Durante los descansos cortos,
revisa el teléfono por si hay algo urgente (opcional), pero resiste la
tentación de entrar en las redes sociales o revisar el email. Es importante
romper el hábito de entrar en Instagram como comportamiento por defecto.
Tras cuatro pomodoros (unas dos
horas), dedica media hora al email o redes sociales. Revisar el email solo
tres veces al día reduce el estrés .
Cuando entres en las redes
sociales, hazlo con un propósito claro. Mientras que navegar
pasivamente aumenta la ansiedad, hacerlo con un propósito concreto puede tener
efectos positivos , por ejemplo si aprovechas para reconectar con
viejos amigos o montar una quedada presencial.
En mi caso, entro en facebook en
estos descansos largos, y mi propósito principal es interactuar con las
comunidades privadas de los
programas. Rara vez hago scroll sin fin en el newsfeed.
El libro Daily Rituals: How Great Minds Make Time, Find Inspiration, and
Get to Work detalla los hábitos de grandes artistas de múltiples
disciplinas. Aunque hay muchas diferencias entre ellos, todos comparten la
misma estrategia: una rutina de creación. Tienen espacios de tiempo
reservados para su arte.

Neal Stephenson, autor del mítico libro Snow Crash, afirma lo siguiente: “Si organizo mi vida bloqueando espacios de tiempo sin distracciones, puedo escribir novelas. Si me interrumpen constantemente ¿qué logro? En vez de una novela que perdurará en el tiempo tendré un montón de emails enviados a miles de personas diferentes“. Sabias palabras.
5. TECNOLOGÍA PARA DEFENDERTE
DE LA TECNOLOGÍA
Al igual que algunas aplicaciones
se aprovechan de nuestros instintos, otras aplicaciones nos protegen de los
mismos. Puedes usar la tecnología para defenderte de la tecnología.
Personalmente uso las siguientes,
todas con versiones gratuitas.
MOMENTUM
Momentum es una extensión de Chrome. Al abrir una
nueva pestaña te recuerda cuál es el objetivo principal del día,
acompañado de un bonito paraje natural. Tener objetivos claros reduce
las distracciones. Puedes además configurar una lista de tareas y tus
enlaces más usados.
![]() |
Cita del día: “Usa los talentos que posees. Los bosques estarían muy silenciosos si solo cantaran los mejores pájaros” |
RESCUE TIME
El primer paso para resolver un
problema es reconocer su existencia. Rescue Timeregistra el tiempo que pasas en cada aplicación,
tanto en el teléfono como en el ordenador. Puedes configurar objetivos y
límites de cada actividad. Cada semana te envía un informe con el tiempo
registrado y tu grado de productividad.
![]() |
Una semana típica |
STAYFOCUSED
Si te cuesta completar tus
intervalos de trabajo sin revisar el email o las redes sociales, bloquea
tus tentaciones más fuertes con StayFocused. Puedes limitar el acceso a páginas concretas o
utilizar la opción nuclear, un poderoso escudo digital.
Yo recurro con frecuencia a esta
opción nuclear, que bloquea el acceso a cualquier web durante el tiempo
prefijado. Al eliminar la posibilidad de conexión, aumenta la concentración.

SEND TO KINDLE
Cuando encuentro algún artículo o
estudio interesante durante el día, mi dopamina se eleva y estoy tentado de
leerlo de inmediato, dejando mi objetivo principal de lado. Para evitar la
distracción, utilizo esta extensión: Send To Kindle.
Simplemente aprieto el botón,
cierro la pestaña y continúo con mi tarea planificada, sabiendo que el artículo
aparecerá poco después en mi kindle. Lo podré leer más tarde sin impactar mi
productividad.
RESUMEN
La dopamina es fundamental para
la vida, y su deficiencia causa desidia. Nuestro cerebro la utilizaba para
motivarnos a realizar los esfuerzos necesarios para sobrevivir y procrear,
pero el mundo moderno ha roto la conexión entre esfuerzo y placer.
Al igual que la industria
alimentaria nos tienta con comida industrial, las redes sociales nos atrapan
con entretenimiento digital y aumentan la ansiedad social. Pero mientras que la
comida ultraprocesada solo causa problemas, las nuevas tecnologías aportan
mucho a nuestras vidas, si sabemos usarlas. Pueden ser un gran empleado, pero
también un jefe tirano.