Documental Los monstruos de mi casa
Los monstruos de mi casa muestra la realidad cotidiana de la
desprotección infantil, entendiendo como tal los malos tratos físicos y
emocionales, el abuso sexual y el abandono o negligencia por parte de los
padres o personas del ámbito del niño.
Ver video
Los afectados son niños normales, no siempre pertenecientes
a ámbitos marginales. Son niños invisibles porque no tienen a quién acudir y ni
tan siquiera saben que tienen derecho a recibir ayuda. Son niños que, por
ejemplo, no saben besar porque nunca les han enseñado, o que fueron encontrados
por la policía en la calle, descalzos y en camiseta. Pertenecen a familias de
todo tipo: familias normales que ocultan el problema o familias marginales que
no pueden o no saben cuidar de sus hijos. Algunos de ellos han sido acogidos
temporalmente por Carmen Artero, hilo conductor del documental, madre de cuatro
niños, y “madre canguro” de dos más. Junto a ellos, el documental muestra a
profesionales, representantes en cierto modo de la sociedad, que buscan
soluciones que, en ocasiones, suponen separar a los niños de sus padres.
Abusado desde los 4 años por su padrastro. Se dibuja a sí mismo con cara de pánico |
Los
monstruos de mi casa muestra esta realidad a través del testimonio y las
acciones de sus protagonistas, profesionales de los servicios de protección de
menores, psicólogos, asociaciones... y del relato y la vida cotidiana de
Carmen, una “madre canguro” de Mallorca.
El objetivo de Los monstruos de mi casa es poner de
manifiesto que dentro de la esencia del ser humano también hay tendencias tan
crueles como las que llevan a los padres a abusar, maltratar o ser negligentes
con sus propios hijos. La crítica no es sólo a esos padres, es a la sociedad,
que a menudo se niega a intervenir aparándose en la privacidad de la familia, y
que, para sentirse menos culpable, tiende a alejar el problema situándolo tan
sólo en ámbitos marginales. Por ejemplo, si los datos sobre abusos sexuales son
ciertos (un 19% de las mujeres los han padecido y un 15% de los hombres) habría
que preguntarse ¿cuántas de las personas que nos rodean han sufrido esos
abusos? De cada aula ¿cuántos niños los están sufriendo ahora?
Hay un punto positivo en esta historia: muchos ciudadanos
han decidido actuar para mejorar la situación de la infancia. Y lo hacen con
decisiones tan comprometidas como acoger niños en su casa o reclamar a la
Administración que tome medidas para apoyar a los niños. El documental muestra
esta actitud de la sociedad civil, con ejemplos sacados del día a día de padres
de acogida, trabajadores de los servicios sociales, abogados..